Castillo de los Ulloa
El castillo de Vélez de Benaudalla, aunque se conoce como castillo de los Ulloa, es una gran torre poligonal destinada al control y defensa de este importante punto de comunicación entre la cercana costa del Reino de Granada y su interior (La Alpujarra y la Vega de Granada). Ha sufrido numerosas destrucciones, aunque se conservan los muros y alguna bóveda original, además de materiales de acarreo que se salvaron al ser empleados en las casas del pueblo y han sido restituidos a sus lugares originales en la restauración.
Hace pocas décadas pasó a ser propiedad municipal y gracias ello ha sido restaurado por los habitantes de la localidad. En su interior contiene un interesante museo sobre la localidad que merece ser visitado por las personas amantes de la cultura y por los centros educativos.
Localización[editar | editar código]
El castillo está situado sobre un promontorio rocoso de la falda baja de la sierra de Lújar, orientado al este, desde él se controla y defiende tanto Vélez como buena parte del Valle del Guadalfeo, paso natural y casi único desde la costa del Reino hacia su interior. El conjunto se encuentra en la provincia de Granada, Región Histórica de Granada, España.
Historia[editar | editar código]
Su historia es larga y azarosa, medio milenio entre guerras, abandono y expolio que no consiguieron hacerlo desaparecer. Hay quienes afirman que se construyó sobre los restos de otro más antiguo usado en tiempos del Reino de Granada II o Nazarí, pero no hemos encontrado fuentes fidedignas que apoyen esta opinión.
Reino de Granada III o Cristiano[editar | editar código]
Tiene su origen en los años inmediatamente posteriores a la Reconquista de la Hispania en poder de los musulmanes, que fue terminada por las Coronas de Castilla y Aragón, siendo dirigida por los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón. Se cree que entre el año 1494 y el año 1523 se construyó el castillo por orden del señor de la villa, Don Juan de Ulloa. Debido a las numerosas tentativas de sublevación de la población morisca de la zona, en la fortificación se asentó un cuerpo militar para proteger el paso y a sus habitantes.
Con la cruel sublevación de los moriscos, el castillo quedó en estado de ruina, pero gracias a la solidez de sus muros no desapareció.
Durante la dominación francesa fue usado por estos como fuerte, dañándolo aún más. Después se usó como corral.
Periodo de la Región de Granada[editar | editar código]
Tras ser eliminados los reinos en 1833, los territorios del Reino de Granada y del Santo Reino se unieron para crear la Región de Granada, que fue estructurada en cuatro provincias de nueva creación: Almería, Granada, Jaén y Málaga con Melilla.
El abandono y el uso del castillo para actividades dañinas y nada en consonancia con la importancia del monumento continuó, pero logró resistir. No nos escandalicemos, en el pasado los edificios que dejaban de ser útiles eran abandonados. También fue fuente de extracción de materiales para la construcción de nuevos edificios en el pueblo.
En los años noventa del siglo XX, el Ayuntamiento de Vélez de Benaudalla consiguió la propiedad del castillo, y seguidamente, los veleños mediante una escuela taller llevaron a cabo la consolidación y reconstrucción de forma respetuosa. En el año 2003 se abrió al público como Centro de Interpretación del Patrimonio de Vélez de Benaudalla, con una exposición permanente de maquetas, molinos, minas y sus trabajos, tradiciones… que muestran la vida de los habitantes del pueblo.
Hoy se encuentra declarado Bien de Interés Cultural desde 1994.
Descripción[editar | editar código]
El edificio consiste en una gran torre poligonal, de siete lados de distinto tamaño para adaptarse mejor a la roca que le sirve de base.
La fábrica del castillo[editar | editar código]
Los materiales de construcción consisten en mampostería de piedras irregulares unidas con mortero de cal viva y arena, además presenta en los ángulos, puerta y ventanas refuerzos de sillarejo (bloques de piedra, pero más pequeños y esculpidos de forma más irregular que los grandes y perfectos sillares).
El exterior[editar | editar código]
El exterior estuvo completamente enlucido, y en ese proceso, antes de que la capa final se endureciese fue esgrafiado para darle mayor belleza, es decir, le rasparon partes a esa para que se viese el interior del muro de distinto color, quedando así decorado con figuras diversas principalmente abstractas.
La puerta de acceso se encuentra elevada un par de metros sobre el suelo para facilitar la defensa (para la visita cultural se ha construido una escalera, relativamente discreta para respetar en lo posible al conjunto. La portada consiste en un arco de medio punto con grandes dovelas, sobre el que se ha retallado un alfiz con albanegas lisas, de esta forma se ve una incipiente integración cultural en la arquitectura. Sobre la portada, a gran altura sobresalen dos matacanes que soportaron en su día un buzón matafuegos defensivo, desde el que los defensores arrojaban agua hirviendo a los enemigos que intentaban traspasar la puerta; el aceite no se usaba porque era caro y facilitaba los intentos de quemar la puerta, mientras que el agua hirviendo quemaba la piel de los asaltantes y evitaba los fuegos.
Los muros disponen de varias ventanas, algunas de gran tamaño, que estaban protegidas con rejas que han sido rescatadas de viviendas que las salvaron de la destrucción al usarlas como materiales de acarreo.
El interior[editar | editar código]
El interior se dispone en dos plantas de gran altura, rematadas por una terraza.
En la primera planta hay tres salas alargadas que estuvieron separadas por gruesos muros algo más débiles que los del exterior, por eso, uno de ellos ha desaparecido. Los techos consistían en alfarjes de gruesas vigas de madera.
En la segunda, la disposición era la misma. Aquí las salas fueron cubiertas por bóvedas de cañón, de las cuales la más pequeña es original, y las dos mayores, separadas por pilares en vez del grueso muro que se destruyó en el pasado, son reconstruidas, con esta nueva estructura se le da mayor diafanidad y posibilidades de uso al espacio.
La terraza se asienta sobre las bóvedas y está rodeada por un grueso parapeto con almenas y merlones de los que se conservan sólo tres merlones rematados en pirámides relativamente agudas.
Estado actual[editar | editar código]
Se encuentra bien conservado gracias al esfuerzo de los veleños que lo han restaurado y lo cuidan a través de su ayuntamiento.
En su interior se hizo un interesante museo sobre la localidad que merece ser visitado por personas amantes de la cultura y por los centros educativos. Trata sobre la minería de Vélez, sus monumentos, molinos, jardines, fauna, flora, gastronomía, trajes y bailes tradicionales...
Estas pocas fotos, de lo mucho que se expone en el museo, dan una idea de la visita tan interesante que se puede realizar, pero es imprescindible ponerse antes en contacto con el ayuntamiento.