Pulianas, historia y patrimonio

De Granada Wiki
Revisión del 16:55 6 jun 2023 de JoseMaria (discusión | contribs.) (Página creada con « Pulianas es una localidad de la provincia de Granada, Región Histórica de Granada, España. Se sitúa en la comarca de la Vega de Granada a unos 4 km de la capital. El m…»)
(difs.) ← Revisión anterior | Revisión actual (difs.) | Revisión siguiente → (difs.)
Ir a la navegación Ir a la búsqueda

Pulianas es una localidad de la provincia de Granada, Región Histórica de Granada, España. Se sitúa en la comarca de la Vega de Granada a unos 4 km de la capital. El municipio está formado por cuatro núcleos de población: Pulianas, Pulianillas, La Joya y Los Olivos.

Se rodea de una fértil vega que tradicionalmente ha producido excelentes frutos. Además posee magníficos olivares desde los que se divisa una hermosa imagen de Sierra Nevada, Mons Solaris para los romanos.

HISTORIA[editar | editar código]

Roma[editar | editar código]

El término Pulianas, parece proceder del periodo de Imperio Romano, de “villa Pauliana” (villa de Paulus), posesión un rico propietario llamado Paulus, pero también se ha relacionado este topónimo con Ilipula Laus. De este periodo, al parecer, era un puente que fue destruido hace un tiempo por una riada, sus restos hoy están posiblemente bajo el hormigón del encauzamiento del río Juncaril, En el escudo de Pulianas se hace referencia a este importante monumento. Se han encontrado igualmente inscripciones romanas que demuestran la antigüedad de la población.

Dominación musulmana[editar | editar código]

Tras la invasión musulmana el nombre fue transformado en Bulyāna, Al principio hubo tolerancia, que no igualdad, para con los cristianos, pero con el paso de los siglos la presión fue creciendo hasta convertirse en opresión, especialmente con la nueva invasión almorávide y más aún con la almohade.

Reino de Granada I[editar | editar código]

Hace casi mil años, el rey de Granada Habus Ben Ziri, nieto del primer rey granadino Zawí Ben Zirí, construyo la alquería de J ́albacin en lo que hoy se conoce como cortijo Jabacín, una espléndida edificación de tipo granadino hoy necesitada de restauración.

Reino de Granada II[editar | editar código]

En la época del Reino de Granada II o nazarí la alquería de Puliana (Bulyāna) estaba formada por Pulianas (Puliana la Grande) y Pulianillas (Puliana la Chica), más los caseríos de Aquiliana (Antilyāna) y Diarfate. Se trataba de pequeños núcleos de población que solían tener una sencilla mezquita, aljibe y pequeñas casas por lo general. Su economía en buena parte dependía de la agricultura.

Reino de Granada III[editar | editar código]

Tras la reconquista de Granada por los Reyes Católicos en 1492, los habitantes musulmanes siguieron viviendo con libertad en estos lugares, pero tras ciertas revueltas en varias zonas, llegado el año 1500, fueron obligados a convertirse al cristianismo para evitar nuevas sublevaciones, recibiendo el nombre de moriscos.

La sangrienta rebelión morisca en el Reino de Granada y la guerra de 1568 a 1570, terminó con la derrota morisca y la expulsión de sus lugares de origen. En ese momento vivían unas 60 familias moriscas en Pulianas y 35 en Pulianillas. La localidad fue repoblada con personas provenientes de otros lugares de España.

El reino de Granada III es un periodo de gran desarrollo como demuestran los monumentos levantados: la iglesia, un convento, varias casas señoriales… Pero se encontraron con el problema de escasez de agua de riego.

En el año 1688 las ayuntamientos de Pulianas, Pulianillas, Jun y Maracena, más los propietarios del pago de la Madraza de Granada, iniciaron la construcción de un canal para llevar agua del río Fardes a sus tierras y así hacerlas más productivas, pero por el gran coste no se pudo terminar hasta que la Real Orden del 10 de marzo de 1824 supuso el empuje final para completar su construcción de este canal, cosa que aceleró el desarrollo de las localidades.​

Periodo de la Región de Granada[editar | editar código]

A partir de fines del primer tercio del siglo XIX, gracias a las nuevas infraestructuras mejoró la agricultura, industria y comercio; aumentaron las producciones de trigo y cebada, vino, habas, habichuelas, garbanzos, lino, cáñamo... También creció la industria de transformación de productos agrícolas: aceite, vino, aguardiente… que también activaron el comercio de exportación.

Posteriormente la economía se ha ido orientando hacia los servicios gracias al desarrollo del Área Metropolitana de la Gran Granada.

MONUMENTOS CONSTRUIDOS DURANTE EL REINO Y REGIÓN DE GRANADA[editar | editar código]

Iglesia parroquial de S. José[editar | editar código]

Es un templo erigido en el siglo XVI, reconstruido en el XVII siguiendo el modelo del Mudéjar Granadino, ejemplo de convivencia de culturas cristiana y musulmana. Y vuelto a reconstruir a principios del siglo XX como reza una lápida en su interior, casi bajo el coro. Hoy día se encuentra en buen estado de conservación gracias a sus párrocos en unión de la población. Estuvo al parecer dedicada a la advocación de Santa María de la Encarnación, más tarde se nombró como titular a San José. Entre las imágenes de la parroquia es objeto de gran veneración una talla de Jesús Nazareno.

Exterior[editar | editar código]

Posee una monumental torre con fábrica de ladrillo y cajones de mampostería decorados con esgrafiados de motivos geométricos (técnica decorativa que consiste en enlucir la fábrica de mampostería en este caso, para dar encima un segundo enlucido más fino y de otro color. El siguiente paso consiste en raspar el segundo enlucido para que aparezca el color del primero, creando así imágenes de gran efecto decorativo). En la torre aparece esgrafiada la fecha de construcción de esta, 1.706. Los ángulos se decoran con grandes pilastras coronadas por capiteles toscanos. El cuerpo de campanas está completamente construido con ladrillo y decorado con grupos de pilastras que sostienen un entablamento y, para las campanas, cinco arcos de medio punto con las claves resaltadas con ménsulas de ladrillo también.

En la cabecera existe una hermosa hornacina dedicada a la Santísima Trinidad. Estas hornacinas, en el pasado, tuvieron dos fines, uno religioso y otro práctico para iluminar las oscuras calles nocturnas con sus faroles alimentados por el aceite de los vecinos o cofradías.

La portada principal no se encuentra a los pies por tener en ese lugar el coro que dificultaría la entrada y salida de los tronos y andas de las procesiones, sino que se encuentra en un lateral entre los poderosos contrafuertes que contrarrestan los empujes de los arcos interiores.

Interior[editar | editar código]

Es de una sola nave dividida en tramos por arcos apuntados que soportan una sencilla armadura reconstruida. Frente a la entrada se abre una capilla lateral cubierta por bóveda, que alberga un pequeño retablo.

La armadura que la cubre es un conjunto de vigas y tablazón que soporta directamente el tejado, por eso y por la forma inclinada no se le puede llamar artesonado. Al parecer hubo que añadirle unas tirantes para evitar que los empujes de los arcos desplomaran los muros, aunque estos disponen de contrafuertes exteriores que no fueron suficientes. Alguna tirante y varias vigas conservan antiguas poleas para poder subir y bajar las lámparas de aceite que en el pasado existieron en esta como en todas las iglesias del Reino de Granada.

El coro se sitúa en alto a los pies sostenido por dos columnas toscanas de mármol de sierra Elvira (realmente es una piedra de gran finura y calidad, gris con algunas vetas de le dan viveza y elegancia) coronadas por labradas zapatas de madera que sostienen un alfarje o techo plano de un solo orden de vigas mas la tablazón correspondiente.

Bienes muebles y obras de arte[editar | editar código]

El interior alberga espléndidas obras de la Escuela Granadina tanto en pintura como en escultura.

Los retablos son de estilo Barroco Granadino, de gran calidad y belleza, destacando el retablo mayor con sus dos cuerpos, el primero dividido en tres calles verticales por cuatro grandes y labrados estípites, mientras que el segundo posee un gran óvalo correspondiendo con la calle central y dos pinturas con las laterales. Todo él se encuentra policromado con los lisos en color porcelana con ramilletes florales y los relieves dorados con oro fino.

Como esculturas de bulto redondo posee al Niño Jesús de la escuela del alcalaíno Martínez Montañés (quien llevó a Sevilla parte de la grandeza de la Escuela Granadina en la que se formó) bendiciendo desde el manifestador, encima una hornacina con la Inmaculada de líneas de Alonso Cano (el Miguel Ángel de la Escuela Granadina), Jesús crucificado, S José...

El retablo de la Virgen de los Dolores, de estilo Barroco Granadino, de un cuerpo enmarcado por dos estípites, policromado con los lisos en color yema de huevo oscuro y los moldados dorados con oro fino, es obra del siglo XVIII con influencias francesas visibles en la rocalla de ciertas molduras. En el centro se abre una gran hornacina con una Dolorosa de la Escuela Granadina: manos con dedos entrelazados, tez pálida por el sufrimiento, expresión de profundo y sereno dolor sin exageraciones...

El retablo de la Virgen del Rosario fue realizado con gran perfección en estilo Barroco Granadino, con los lisos de color porcelana decorada con ramillos de flores y las molduras y decoración dorada con pan de oro fino. Es de un solo cuerpo con una gran hornacina enmarcada por dos columnas salomónicas o retorcidas sobre si mismas con seis vueltas al ser de la Escuela Granadina, en lugar de las cinco vueltas de la Escuela Castellana.

En España hay cuatro grandes Escuelas Artísticas, las primeras son la Granadina y la Castellana, a ellas se unieron después la Murciana y la Sevillana.

Convento y posterior casería de los Mártires[editar | editar código]

Fue un importante edificio que daba prestigio a la localidad pero hoy completamente desaparecido. Tuvo capilla con obras de arte, claustro con cenadores sostenidos por columnas de piedra fina de Sierra Elvira, más otras dependencias como cocina, refectorio, sala capitular, humildes celdas como dormitorio de los frailes, aljibe... Pero las desamortizaciones de los políticos del siglo XIX terminaron con su grandeza.

Pasó entonces a ser privado con el nombre de Casería de los Mártires, casa natal de la pintora Aurelia Navarro, que coleccionó un interesante mobiliario de estilo Art Decó... La casería tenía lagares, zona de tinajas y almacenaje, gran torre-contrapeso de ladrillo de un molino aceitero con sistema de viga, cuadras y gran patio empedrado con cenadores soportados por columnas de piedra de Sierra Elvira, este debió ser el antiguo claustro, a veces el patio se usó de corral de comedias y lugar de elaboración de una cruz de mayo. El edificio tenía dos plantas con grandes salones enlosados con bellas solerías hidráulicas, los dormitorios se situaban en la planta superior. Dispuso también de baños con lujosas bañeras de pies de bronce.

La portada, sobria pero de grandes dimensiones, se coronaba con una hornacina con una imagen de bulto redondo de la Virgen María.

Delante de la casa, al otro lado de la calle, tenía un gran jardín dispuesto en cuatro cuadrantes separados por setos de finos bojes granadinos, en cada cuadrante había una buena variedad de plantas ornamentales y frutales, conjugando así el jardín nazarí con el cristiano (simbolizando así el Paraíso de musulmanes y cristianos). El centro, donde hoy está la farola, tenía una fuente baja mármol de Sierra Elvira con canalillo del mismo material rodeándola. También dispuso de una pérgola que aliviaba de los rigores del verano, un estanque de riego, viejos árboles, como un grupo de cipreses. Algunas de sus viejas plantas se conservan en un nuevo jardín que ahora ocupa este lugar intentando recrear su belleza e historia; cipreses, un caqui o palosanto, un nísporo o níspero, nuevos tilos que sustituyen a los antiguos desaparecidos al ensanchar la calle...

A mediados de los años 80 del siglo XX la casería fue destruida para levantar una urbanización con el mismo nombre. Tras un periodo de abandono, se ha conservado el jardín con su estructura, pero sin la fuente ni el estanque, algunos árboles si se han mantenido y otros han sido vueltos a plantar para que se conserve lo más fiel posible al original.

Del claustro se conserva un capitel de mármol (piedra fina) de Sierra Elvira salvado de la destrucción por la dueña de una vivienda próxima cuando el convento fue demolido.

A nuestra izquierda aparece la cerca primitiva, de escasa altura, del jardín, la cancela de acceso y los viejos tilos al fondo en la calle que separaba la casería y jardín. Al fondo, a nuestra derecha, se ve la portada con su hornacina cuando ya no tenía la imagen de la Virgen.

Casas señoriales[editar | editar código]

Hubo una serie de viviendas palaciegas, algunas con patios con cenadores (según el diccionario de la Real Academia, los cenadores, en buena parte del Reino de Granada eran los pórticos con columnas o pilares que rodeaban la totalidad o parte de un patio, lamentablemente esta acepción ha sido eliminada recientemente), casas que han sido destruidas en su mayor parte a lo largo del tiempo. No obstante, el ayuntamiento está intentando proteger las que quedan e incluso dar un uso cultural a alguna de ellas, intentando instalar un museo en ella.

Una de estas casas palaciegas fue farmacia en la plaza José Tovar, que tuvo patio con cenadores y columnas de piedra fina, hoy es un parque.

La que fue casa de un antiguo alcalde estuvo situada en la calle Aljibe, nombre que hace alusión a un antiguo aljibe de los muchos que hubo en nuestros pueblos para suministrar agua a los vecinos. También tuvo patio con cenadores sostenidos por columnas de piedra.

Casa que fue de Dolores Herrera en la calle Miguel Hernández, igualmente con cenadores sostenidos por columnas de piedra.

Una casa con pórtico con dos columnas de piedra, balconada, escalinata y gran jardín trasero, conocida como casa de los Álamos, casi frente al actual ayuntamiento en la calle Miguel Hernández.

Existe una casa con el nombre de Patio de Doña Amalia en la calle Aljibe que recuerda a las tradicionales y castizas casas de vecinos en se convirtieron antiguas grandes casas en numerosos pueblos.

Las cruces[editar | editar código]

En el pueblo había varias cruces de piedra además de la de despedir a los muertos al final de la calle Ancha que ya no se conserva. Otra en las afueras en el camino San Antonio de acceso al pueblo, hoy con un nuevo nombre) y otra cerca del corralón en la calle Aljibe. ¿Podrían ser los restos de un antiguo calvario desaparecido?

Los calvarios son grupos de catorce cruces repartidas por nuestros pueblos que se usaban para realizar la procesión del Vía Crucis con sus catorce estaciones que explican la pasión de Cristo. las cruces podían estar exentas o adosadas a los muros de casas o tapias, la más importante solía ser la última, que a veces era un grupo de tres más decoradas que el resto.

Cristo de la Era[editar | editar código]

Se trata de un grupo de tres cruces que estaba en unas eras del exterior del pueblo desaparecidas hace unas décadas. La cruz central tiene escupida la imagen de Jesucristo, se eleva sobre un pódium en forma de escalinata, las de los dos dos ladrones son más sencillas (la del buen ladrón, S Dimas, y la del mal ladrón, Gestas). El grupo se sitúa en el Camino Viejo y es objeto de gran devoción como demuestran las numerosas velas aportadas por los devotos del Cristo de la Era. Posiblemente hay sido un humilladero en algún momento de la historia. En el pedestal de la cruz de Cristo figura esculpida la fecha de construcción del monumento, 1775.

LOS TRABAJPS DE FORJA TRADICIONAL[editar | editar código]

Algunas viviendas conservan interesantes ejemplos de rejas y balcones de forja con apliques de cincelado o de emplomados. Estas antiguas piezas se distinguen de las vulgares por su calidad y por no tener soldaduras sino remaches para unir sus elementos.

EMPEDRADOS GRANADINOS DE PULIANAS[editar | editar código]

Tanto el ayuntamiento como algunos vecinos han sabido dar un toque de historia y elegancia a calles y viviendas poniendo empedrados granadinos, como sabemos de origen romano que después pasaron a los musulmanes.

Antiguos empedrados del jardín de la casa de una familia tradicional de Pulianas.