Lucainena de las Torres, minas y hornos de calcinación
Los yacimientos de carbonato de hierro y sus hornos de calcinación o concentración del mineral se localizan al oeste de Lucainena de las Torres, Almería, Región Histórica de Granada, España. Las minas comenzaron a explotarse a fines del siglo XIX, en el periodo de la Región de Granada. Para transportar el mineral se construyó un ferrocarril que llegaba hasta la bahía de Agua Amarga o Aguamarga, en el término municipal de Níjar.
Elementos del conjunto minero[editar | editar código]
Son varios elementos los que se pueden encontrar en la zona minera:
• Las minas de hierro. Las mineralizaciones de hierro de la zona se sitúan en el Complejo Nevado Filábride que se localiza en las actuales provincias de Almería y Granada con importantes minas que hoy se encuentran cerradas en su mayoría. Dentro de este conjunto no podemos olvidar las importantísimas minas de Alquife.
• El poblado que se construyó a poca distancia, con diversos tipos de construcciones según si estaban destinadas a trabajadores o directivos.
• Los hornos de calcinación para reducir el material.
• El ferrocarril construido para transportar el mineral hasta la bahía de Agua Amarga.
• La central eléctrica que abastecía de energía al conjunto. Lucainena de las Torres fue el primer pueblo de la comarca en disponer de luz eléctrica.
Historia[editar | editar código]
Las minas comenzaron a explotarse a fines del siglo XIX y en 1900 se construyeron los hornos de calcinación. La población de esta forma superó los 4.000 habitantes gracias a las importantes minas y su complejo de hornos. La crisis de 1929 frenó la producción, pero las minas volvieron a funcionar de forma rentable hasta la guerra civil. En 1940, una vez acabada la contienda, la explotación dejó de ser rentable y no hubo manera de reflotarla, fue cerrada en 1942 y desmantelada en 1943 junto con el ferrocarril. Hace unos años ha sido restaurado el conjunto por el ayuntamiento, reutilizando los elementos que se encontraban entre las ruinas y reponiendo otros elementos con nuevos materiales respetuosos con el conjunto. El resultado ha sido muy satisfactorio y merece visitarse. Hornos de calcinación El carbonato, pobre en hierro, necesitaba ser calcinado para aumentar la concentración del mineral de hierro, así disminuía el peso al eliminar las escorias excesivas reduciendo los costes de transporte y siendo atractivo para la industria siderúrgica, por ello, en 1900, se construyeron ocho hornos de calcinación de mineral. Los hornos troncocónicos fueron construidos con muros de mampostería de piedras irregulares con revestimiento interior de ladrillos refractarios. Sobre ellos se colocaron unas grandes chimeneas de metal en forma de cono para mejorar la calcinación y abaratar costes. El proceso seguía varios pasos:
1. Transporte del mineral en vagonetas desde la mina hasta la zona de los hornos.
2. Almacenaje en depósitos y selección manual del mineral.
3. Carga en nuevas vagonetas especiales que iban hasta la parte superior de los hornos por unas pasarelas de metal, desde donde era arrojado hasta el interior alternando capas de mineral y otras de carbón.
4. Tras la calcinación, el producto resultante, se extraía por las bocas inferiores del horno para realizar una limpieza manual y ser transportado en pequeños carros hasta los vagones de ferrocarril.
Así se eliminaban los elementos innecesarios y quedara una materia prima más rica en hierro, de más calidad y más fácil de transportar por su menor peso y volumen. Cada horno podía tratar bastantes toneladas al día, pero he encontrado cantidades que no concuerdan unas con otras según las distintas fuentes consultadas.
El ferrocarril[editar | editar código]
En el año 1894 (periodo en que Almería era parte importante de la Región de Granada) se inició la construcción de un ferrocarril de vía estrecha para el mineral que era llevado hasta Aguamarga o Agua Amarga, pedanía de Níjar, donde era embarcado. Para salvar algunas ramblas y barrancos fue necesario construir varios puentes de hierro de gran tamaño y no se escatimaron medios económicos para el proyecto. Al ser las locomotoras de vapor, hubo que construir tres estaciones intermedias para reponer agua en los depósitos de las pequeñas máquinas tractoras que solían tirar de 20 vagones, es decir, 7.5 toneladas de mineral más casi 3 toneladas del peso de cada vagón, algo más de 200 toneladas por máquina. En los 35 primeros años de funcionamiento transportó casi cuatro millones de toneladas de mineral, después fue disminuyendo paulatinamente. El mineral se llevaba por mar desde la costa hasta los altos hornos del norte de España o de Europa. El ferrocarril fue creado para el transporte de mineral, pero esporádicamente llevó a vecinos de Lucainena hasta la costa. Cuando cerró la explotación minera fueron completamente desmantelados tanto el ferrocarril como las instalaciones anejas.
Situación actual[editar | editar código]
En el año 2010, el ayuntamiento, a través de un plan turístico, hizo una obra de consolidación y restauración del primero de estos hornos, en una reproducción fiel, y consolidó el resto además de otras necesarias actuaciones, dejando el lugar preparado para la visita. El ferrocarril desmantelado ha sido convertido en una vía verde de Lucainena de las Torres a Agua Amarga. Sin duda el conjunto merece una visita que nos instruirá con los carteles explicativos y los restos visitados. La fotos tienen varios años y es posible que lo reflejado en ellas haya cambiado algo con nuevas obras.