Baños de la Encina, iglesia de San Mateo
Baños de la Encina está situado sobre suaves colinas de la provincia de Jaén (España), en el valle del Guadalquivir, en las últimas estribaciones de Sierra Morena. Es una localidad que perteneció a los reinos de Granada Zirí y de Jaén, después a la Región de Granada o A Oriental, periodos en que gozó de esplendor como se ve claramente en sus monumentos. Desde hace unos 40 años pertenece a Andalucía.
Su paisaje combina los olivares con los paisajes serranos del arranque de Sierra Morena. En sus proximidades se sitúa el pantano construido en el río Rumblar.
IGLESIA DE SAN MATEO[editar | editar código]
Es un edificio construido con sillares bien labrados. Su planta es de cruz latina con capillas laterales.
Descripción a partir de los estilos que la componen[editar | editar código]
En el templo se reconocen tres estilos: Gótico final, Renacimiento avanzado o Manierismo y barroco:
Estilo Gótico[editar | editar código]
A él pertenece a la nave del templo con sus poderosos contrafuertes exteriores, pilastras rodeadas por un haces de columnillas y baquetones del Gótico final, las bóvedas de crucería con nervios apuntados, también las bóvedas de alguna capilla lateral y la portada lateral, ya con elementos renacentistas.
Renacimiento y Manierismo o final del Renacimiento[editar | editar código]
En él se intuye la mano del genial artista Andrés de Vandelvira, que tanto renombre dio a Jaén, siendo fuente de inspiración para otros artistas de la Región Histórica de Granada. A este periodo corresponde la portada manierista de los pies, la airosa torre, el alzado del crucero y de la cabecera, ventanas exteriores. La esbelta torre, que muestra claramente la mano de Vandelvira.
En el alzado del crucero aparecen pilastras de la Escuela Granadina, del tipo las creadas por Diego de Siloé en el monasterio de S Jerónimo y desarrolladas en la Catedral Metropolitana de Granada. También la nave gótica se llena de portadas renacentistas que comunican con las capillas laterales.
Estilo Barroco[editar | editar código]
La decoración de ciertas capillas, crucero y cabecera corresponden a este periodo, empleando elementos inspirados por la Escuela Granadina de Yeseros y Escayolistas que extendió su influencia por el Levante y la vecina Andalucía (Córdoba, Sevilla...) y que regresaría desde Córdoba en las manos de algunos artistas yeseros hasta el Reino de Jaén. Así tenemos la cúpula sobre pechinas del crucero, con los cuatro Evangelistas y el Tetramorfos (tetra: cuatro, morfos: formas, aludiendo a los cuatro seres con que son simbolizados los evangelistas, el león, el águila, el toro y el hombre): una de las pechinas enmarca al evangelista S Marcos con el símbolo que le corresponde, el león, otra a San Juan con el Águila... También una capilla lateral destaca por la bóveda cubierta de yeserías.
Las pinturas murales del templo, como la existente en una portada interior, una pintura al trampantojo de columna salomónica granadina (con 6 vueltas, la castellana sólo tiene 5), este tipo de columnas granadinas hicieron fortuna y fueron imitadas en otros lugares de España, América y Europa.
Bienes muebles[editar | editar código]
El gran retablo sufrió el vandalismo de intolerantes en la Guerra Civil que destruían el arte religioso. Pinturas y demás elementos son una reconstrucción posterior. Debemos tener claro que las obras de arte deben ser respetadas al igual que todas las ideologías y religiones.
La pieza fundamental es el gran sagrario, conservado porque fue escondido en la Guerra Civil. Está elaborado con maderas y otros materiales preciosos como el carey. Sobre él hay una imagen tridimensional del pelícano simbólico que alude a la iglesia alimentando a sus hijos.