San Juan de Dios

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San Juan de Dios está considerado como uno de los precursores de la enfermería moderna y es el patrón de los enfermos, de los enfermeros, de los bomberos y de los hospitales y copatrón de la ciudad de Granada.

Juan de Dios y el arcángel Gabriel, óleo de Bartolomé Esteban Murillo, c. 1672.

Filiación[editar | editar código]

Juan Ciudad nace en 1495

Muere en Granada el 8 de Marzo de 1550 Su primer biógrafo, Francisco de Castro (1585), mantuvo que había nacido en la región del Alentejo, Portugal. Pero en 1951 salió a la luz una publicación de 1575, Relaciones histórico-geográficas de los pueblos de España hechas por iniciativa de Felipe II, I, Reino de Toledo, en donde se dice que nació en Casarrubios del Monte (Toledo). Su madre era cristiana y su padre judío; y quizá para evitar problemas con la Inquisición por ser cristiano nuevo, se plantea que nació en Portugal. Pero en cualquier caso sus primeros años los pasó en Portugal y a los 8 años vuelve a Toledo donde entra a servir en la casa del Conde de Oropesa como zagal y como pastor.

Actividades[editar | editar código]

En 1523, a los 28 años quiso servir al Emperador Carlos I en la defensa de Fuenterrabía contra las tropas francesas. Fue para él una dura experiencia, siendo expulsado por negligencia en el cuidado de las viandas de su compañía estando incluso a punto de ser ahorcado. Regresó a Oropesa donde fue muy bien recibido por su amo que le tenía gran aprecio. Como joven inquieto que era, se enroló con el Conde de Oropesa que partía en auxilio del Emperador para defender la ciudad de Viena del asedio de los turcos. Liberada la ciudad las tropas vuelven de regreso y entran por el puerto de La Coruña lo que aprovechó Juan para hacer una peregrinación a Santiago.

Pasó a Portugal tratando de localizar a sus padres, pero para entonces ya habían fallecido. Siguió por Ayamonte a Sevilla donde trabajó como pastor. Al cabo de un tiempo viajó a Ceuta donde trabajó construyendo la muralla. Con su salario socorrió a una familia portuguesa que había sido desterrada de su país y a cuyo servicio estuvo, pero por enfermedad de todos sus miembros se habían quedado sin recursos económicos.

En el verano de 1533 regresó a la península por Gibraltar. Trabajó de librero y fue este oficio y el de catequista los que le llevaron hasta la ciudad de Granada, por esa época un hervidero de gentes, cultura e historia, abriendo una librería en la Puerta de Elvira.

Su vida dio un gran cambio[editar | editar código]

Símbolo de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios

El 20 de enero de 1534 predicaba en Granada con apasionamiento el maestro Juan de Ávila y ocurrió un suceso que cambiaría su vida. Las palabras que oía surten en Juan Ciudad tal conmoción que sale de allí transformado, deseoso de emprender nuevo estado, dando voces, rogando a Dios misericordia y tirándose por los suelos. Se fue a su tienda y distribuyó los libros entre los viandantes, se despojó de sus bienes temporales y de su ropa quedándose solo con una saya y unos zaragüelles. Tanto así que las gentes pensaban que se había vuelto loco y lo llevaron al Hospital Real, por entonces convertido en Casa de Locos.

Allí pudo ver y sufrir en carne propia la forma en la que se trataba a los enfermos. Se les encerraba en celdas oscuras, maniatados, azotes, baños por sorpresa, exorcismos y cadenas. Estas vivencias hicieron que se despertara su vocación hospitalaria. Una vez recuperado Juan Ciudad salió del hospital y se pone bajo la dirección espiritual de San Juan de Ávila. Confiesa a su maestro sus inquietudes por querer dedicarse a socorrer a los enfermos y a los pobres y el padre Ávila le aconseja que viaje a Guadalupe donde hay un Monasterio con una de las mejores escuelas de enfermería y de farmacia que existía en la época y donde tenían un albergue de peregrinos. En Guadalupe fue muy bien recibido por el abad y demás monjes y estuvo aprendiendo el cuidado de enfermos y la gestión de un hospital.

Cuando adquirió los conocimientos necesarios volvió a Granada donde aplicó lo aprendido tratando a los enfermos con caridad pero también con profesionalidad. Empezó poco a poco dando cobijo a los enfermos en el portal de una casa, la de los Venegas. En 1534 se traslada al barrio de la Pescadería y como eran muchos los enfermos, en 1535 fundó su primer hospital en la calle Lucena. Cuando ya no le cabían los enfermos en el hospital de la calle Lucena, los bienhechores le compraron una casa en la Cuesta de Gomérez.

San Juan de Dios salvando a los enfermos de incendio del Hospital Real, Manuel Gómez-Moreno González (1880). Museo de Bellas Artes de Granada

Mil tareas distintas...y voluntariado[editar | editar código]

Juan atendía a todo tipo de personas haciendo él mismo toda clase de labores, desde limpiar la casa a curar a los enfermos y pedir limosna para cubrir las necesidades del albergue. Y no era raro verlo por la calle cargando algún moribundo. Modificó la idea de hospital que se practicaba hasta entonces atendiendo al enfermo de forma integral, no sólo cuidaba de sus enfermedades sino que aplicaba una visión humanizada de los cuidados sin olvidar que detrás del enfermo hay una persona y fue el primero en separarlos según sus enfermedades. Muchos se interesaron por su labor y algunos se le unieron siendo sus primeros compañeros Antón Martin y Pedro Velasco, y el Obispo de Tuy y cabeza de la Cancillería de Granada, que fue el que le cambió el nombre de Juan Ciudad por Juan de Dios y el que le regaló una túnica o sayal, como se llamaba en la época, con la intención de que no lo regalara a los pobres. Empezaron a colaborar con él algunos compañeros y algunos médicos y enfermeros además de gentes pudientes.

Puede decirse que fue precursor del voluntariado como lo conocemos hoy.

El 3 de julio de 1549 se declaraba un incendio en el Hospital Real y Juan, sin importarle su vida, consigue librar del fuego a los enfermos que se encontraban ingresados y además apagar el fuego. Por eso es patrón de los bomberos.

Últimas acciones y desenlace[editar | editar código]

En 1544 la ciudad de Granada ya le reconoce su labor y se empieza a construir el primer Hospital de San Juan de Dios, hospital que no vería concluir. En 1550 Juan se arroja a las frías aguas del rio Genil para salvar a un joven que se estaba ahogando y como consecuencia sufre una pulmonía de la que no se recuperará. Toda Granada estuvo pendiente de su salud y recibía muchas visitas mientras estuvo en el hospital, especialmente de sus enfermos; pero por insistencia de una de sus bienhechoras, Marta Osorio, es trasladado, muy a su pesar, a la casa de los Pisa, lejos de sus hermanos, sus pobres y sus enfermos. Y allí falleció en la madrugada del 8 de marzo de 1550 mientras estaba rezando de rodillas, junto a su cama, abrazado a su crucifijo. Permaneció en esta postura varias horas sin caerse. Así tuvieron que quitarlo para amortajarlo.

Basílica de San Juan de Dios, Granada

El entierro Juan de Dios fue un acontecimiento, una procesión solemne y silenciosa jamás vista en Granada. Todos los estamentos estuvieron presentes y su cuerpo fue depositado en la cripta de la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria de los padres Mínimos de Granada, y allí permaneció hasta 1664 en que fue depositado en la iglesia del Hospital de San Juan de Dios. En 1757 tuvo lugar un nuevo traslado, esta vez a la Basílica de San Juan de Dios, templo que se construyó junto al Hospital y en cuyo camarín reposan hasta el día de hoy.

En 1553 fueron trasladados los enfermos al nuevo Hospital de San Juan de Dios, que es el mismo que en la actualidad sigue en funcionamiento en Granada.

Juan Ciudad, después llamado Juan de Dios, fue canonizado por Alejandro VIII en 1690. En 1886 fue proclamado Patrono de los Hospitales y de los Enfermos. En 1930 Patrón de los enfermeros y en 1940 Copatrón de Granada.

Hoy en día hay unos 400 centros en los 5 continentes que bajo la advocación de San Juan de Dios siguen cuidando de los más desfavorecidos. Estos hospitales son conocidos por su símbolo, una granada dibujada de forma estilizada en homenaje a la ciudad a lo que estuvo tan vinculado.

En la Casa de los Pisa, en Granada, se instaló un museo dedicado a su memoria. Su principal finalidad es garantizar el conocimiento y la conservación del patrimonio cultural de la Orden Hospitalaria (OH)

Bibliografía