Infraestructuras eléctricas
Los cambios normativos del sector energético en España han de generar oportunidades para la reindustrialización de la Región de Granada, pudiendo convertirse a medio plazo en uno de los grandes polos energéticos especialmente en fotovoltaica dado el elevado nivel de insolación con 2.000 horas de radiación anual (una de las mayores insolaciones de Europa)
No tiene ningún sentido, por ejemplo, que Escocia (donde apenas hay horas de sol) tenga más instalaciones de producción de autoconsumo que una de nuestras provincias.
Mientras se desarrolla esta industria, que debería contar con el beneplácito de los territorios afectados, es preciso que las infraestructuras eléctricas estén preparadas para el siglo XXI.
En este punto donde radica uno de los mayores problemas de infraestructuras de la Región de Granada
Observemos este gráfico, donde las líneas eléctricas encargadas de transportar la energía a grandes distancias son las de 400 Kilovoltios (Kv) de color rojo y las de 220 Kv de color verde. Ambas están catalogadas como de Categoría Especial,
Sin hacer ningún comentario alguno, ya vemos qué zonas tienen una concentración de líneas más intensa…
Como contraste, en nuestro ámbito, las provincias de Jaén, Almería y Granada pueden observarse con gran nitidez…
¿Es que en las zonas carentes de estas líneas hay falta de energía eléctrica? Por supuesto que no, porque a través de conducciones de Categorías inferiores se realiza la distribución a cada punto de la geografía (líneas de 1ª, 2ª y 3ª categoría en función de los Kv de cada una) aunque en determinadas zonas la calidad del servicio puede que no sea la adecuada…
Pero en las comarcas carentes de las líneas rojas o verdes (Categoría Especial), no pueden iniciarse grandes proyectos económicos por la falta de energía.
En Almería, la comarca del Río Nacimiento, desde hace décadas, tiene un flagrante déficit de potencia eléctrica. Está alimentada por un línea de media tensión de 25 Kv. siendo insuficiente para dar servicio a los 7 municipios de la misma, que, además de sufrir cortes en el suministro, ven con impotencia la imposibilidad que nuevas empresas puedan instalarse en la zona por la falta de energía.
En la agricultura, la falta de energía eléctrica también tiene sus efectos negativos en las explotaciones.
En Jaén, las empresas del sector olivarero tienen dificultad en poder gestionar las biomasas producidas del olivar.
Una de las peticiones del sector es la generación eléctrica pero como indica el Presidente de la Asociación Nacional de Empresas de aceite de Orujo (ANEO):
«Aquí tenemos un gran problema y es que no hay red eléctrica para sacar toda la producción que se puede llegar a hacer».
Por lo cual ya solicitaron a los Organismos Públicos:
“un plan para el desarrollo de la economía circular del sector olivarero, mediante el impulso de la generación de electricidad a partir de la biomasa del olivar, orujillo, poda, etc, lo que permitiría al sector gestionar las biomasas producidas, generando a su vez riqueza y empleo alrededor del sector olivarero”.
En la actualidad, cabe decir que el Gobierno español ¿después de cuántos años de espera…15, 20?… aprobó la instalación de una línea de 400 Kv. entre Caparacena y Baza (Granada) y ya se está procediendo a su ejecución. Todo ello ha tenido una repercusión inmediata en el mercado y ya hay empresas que han dado pasos para instalar parques fotovoltaicos.
Pero a su vez, ha provocado controversias en diferentes municipios al permitirse la implantación de grandes extensiones de plantas fotovoltaicas. Ahí también los Poderes Públicos tienen que regular normas que sean equilibradas entre el territorio y la industria.
Pero esto es solo representa pintar una línea roja en el mapa anterior... Quedan muchas zonas que cubrir... Cuántos años hay que esperar más para que estos territorios tengan posibilidades de reindustrialización, evitando a su vez la tan temida despoblación...