Fábrica de pólvora y explosivos de Granada

No es habitual que una empresa se mantenga en su oficio durante 700 años continuados. En Granada tenemos la distinción de estar fabricando pólvora desde 1324, en distintas ubicaciones pero con continuidad de producto fabricado. Es la fábrica más antigua de España y posiblemente del mundo.

Error al crear miniatura: No se ha podido guardar la miniatura

Primeras noticias de la fabricación de pólvora en Granada

Tenemos las primeras noticias cuando los benimerines acuden en auxilio del Sultán de Granada, Ismail I, y traen la pólvora que había sido inventada por los chinos en el siglo IX. Los benimerines asedian la plaza de Huéscar, al norte de la provincia de Granada y se tiene constancia escrita por primera vez del uso de la pólvora:

“disparó con un aparato imponente, que funcionaba con ayuda de la nafta, unas bolas ardientes a una tronera de una torre inaccesible de su fortaleza y produjo unos efectos como los que producen los rayos del cielo” (Ibn al-Jatib. Historia de los Reyes de la Alhambra).

En aquella época, la purificación del salitre se mezclaba con carbón y azufre y se trituraba todo mediante morteros a mano y todo se hacía en el momento, en el propio Real (campo de batalla). Y así empezó a fabricarse pólvora en Granada.

A partir del siglo XV empieza una tímida industrialización con la utilización de batanes (molinos para tratar tejidos). Un siglo después se cuenta con molinos específicos para pólvora que facilitaban la molienda de ingredientes.

Como la pólvora era un producto estratégico, los nazaríes montaron su molino al pie de la Alhambra cerca de lo que hoy se conoce como el puente del Cadí. Al entrar los Reyes Católicos en Granada toman posesión de la Alhambra y así mismo la dotan de lombarderos, afinador de salitre, tiradores y herreros para poder continuar con la fabricación de la pólvora.

El 18 de febrero de 1590 explotó el molino conocido entonces como la casa del polvorista, causando daños en la propia Alhambra por valor de 6.000 ducados al destruir vidrieras y carpintería, desprender alicatados y causar daños en la parte alta de la sala de los Mocárabes.

Y la Fábrica sube a El Fargue

Por razones de seguridad ya no se podía reconstruir el molino en el mismo sitio. Se buscó un nuevo emplazamiento resultando idóneo la alquería de El Fargue que dista legua y media de Granada ya que por allí discurre la acequia de Aynadamar que al pasar por El Fargue lo hace con una pronunciada pendiente lo que le da la fuerza suficiente para mover la rueda de los molinos.

Según las escrituras que la Fábrica posee, en 1624 es cuando se produjo el traslado y desde entonces está en el mismo sitio. Primero con un molino y luego con tres, y de allí se mandaba la mejor pólvora para las Indias.

En 1808 la Fábrica contaba tan solo con 24 operarios y pese a la invasión francesa siguió funcionando hasta 1809. En enero de 1810 los franceses entraron en Granada y la Fábrica, que seguía trabajando por cuenta de la Real Hacienda, entregó pólvora a la fortaleza de la Alhambra y a la artillería francesa.

La noche del 16 de septiembre de 1812 los franceses dejan Granada en dirección a Murcia y al pasar por El Fargue prendieron fuego a los molinos de pólvora.

A los tres años de su destrucción por los franceses la Real Hacienda vuelve a poner en marcha la Fábrica, pero reconstruye solo uno de los molinos y comienza a elaborarse pólvoras de caza y mina para su venta en los estancos.

En 1850 la Fábrica fue revitalizada pasando de manos de la Hacienda Real a la dirección del Cuerpo de Artillería, lo que supuso el primer paso hacia la modernización.

Surtió de pólvora para la guerra de Marruecos de 1860, a las guerras Carlistas y a las de Cuba y Filipinas.

Y fue el 14 de junio de 1897 cuando, por primera vez en España, la Fábrica completó el primer lote de pólvora sin humo, es decir, pólvora a base de algodón nitrado o nitrocelulosa.

Banda de música de Obreros Polvoristas de El Fargue

En 1903 el coronel Ricardo Aranaz creó y dotó una Banda de Música de Obreros Polvoristas convocando una oposición para cubrir el puesto de Músico Mayor (director). La ganó un jovencísimo Francisco Alonso que se hizo cargo de ella con sólo 16 años; nos referimos al famoso Maestro Alonso, compositor extraordinariamente popular en la primera mitad del siglo XX, cuando cultivó todo clase de género musical, más de 200 composiciones, siendo una de las más populares Las Leandras. En 1906, antes de su marcha a Madrid, compuso un pasodoble titulado ¡¡Pólvora sin humo!!

En la época del Coronel director Ricardo Aranaz se decide la creación de dos tipos de escuelas ambas a cargo de la Fábrica: una infantil o de primaria (con aulas para niños y otra para niñas) y otra para la preparación profesional del personal de la Fábrica. En el curso 1941/1942 se crea la Escuela de Formación Profesional Obrera de Industrias Militares. Muchos de sus componentes fueron unos magníficos profesionales en la propia Fábrica, en las nacientes industrias petroquímicas o del automóvil o se integraron en el Cuerpo de Auxiliares de Armamento y Construcción.

Visitas de Alfonso XIII

El Rey Alfonso XIII realizó varios viajes a Granada para visitar la Fábrica y para cazar en Trasmulas o en Láchar.

La primera visita fue en 1904 cuando tenía 18 años y asistió a la primera prensada de explosivo, inaugurando las nuevas instalaciones.

En diciembre de 1908 tanto ABC como Granada Hoy hacen referencia a la visita del Rey a Granada cuando además de “visitar la Alhambra, las obras del Hotel Alhambra Palace y subirse al tranvía cremallera en Las Vistillas”, subió a la Fábrica de Pólvoras de El Fargue, donde pudo el Rey contemplar cómo se prensaban los petardos y cómo se preparaba el ácido pícrico.

En la tercera visita en 1915, que aprovechó para cazar en Láchar, la reseña de ABC sólo dice que firmó en el libro de Honor de la Fábrica.

La última fue en 1916 y fue recogida en La Vanguardia y ABC donde explican que visitó las reformas y ampliaciones que se hacían en la Fábrica y “el Rey regresó satisfecho”. De ahí se dedujo “la necesidad de construir una carretera para facilitar los transportes”.

Alfonso XIII visita la Fábrica de Pólvoras en El Fargue

Durante la Guerra Civil las fábricas militares se convirtieron en objetivo estratégico. El 20 de julio de 1936 las de Toledo y Murcia quedaron del lado republicano y la de Granada del lado nacional. Esta última al inicio de la guerra tenía 510 trabajadores y llegó a tener 1676 en marzo de 1938. En la visita que hizo Eva Perón a España en junio de 1947 con motivo de la ayuda que Argentina ofreció a España para paliar el hambre de la posguerra, también estuvo visitando la Fábrica de El Fargue.

En los años 40 se construyeron en el Barrio Alto una serie de viviendas agrupadas como barriada de Nuestra Señora de los Remedios. El 17 de julio de 1947 se entregaron las llaves de una serie de viviendas unifamiliares en el Barrio Bajo formando la barriada que se llamó Nuestra Señora del Pilar, y en 1950 se entregaron nuevas viviendas en la barriada de Nuestra Señora del Carmen. Posteriormente la fábrica adquirió los terrenos de la zona de El Monario en el Barrio Alto y estas personas también pasaron a ocupar nuevas viviendas en el Barrio Bajo. Así mismo en 1949 se inauguró el Teatro-Cine Aranaz, que estuvo funcionando hasta 1973.

La Fábrica de El Fargue está muy unida a la población de Granada ya que dió y sigue dando trabajo a numerosos granadinos que llegan tanto de Granada capital, sobre todo de la zona de El Albaicín, como de los pueblos de alrededor como Béas, Huétor Santillán, Alfacar, Víznar, etc. y por supuesto a personal del mismo Fargue.

Hoy la Fábrica sigue en El Fargue y cuenta con instalaciones diversificadas y con acuerdos de colaboración internacionales. Mantiene su capacidad para seguir elaborando pólvoras, pero además puede fabricar, entre otros, propulsores para motores cohete, cargas para desactivación de explosivos, proyectiles de artillería y misiles como el anticarro Spike.

Bibliografía

Inventando la pólvora, fabricando la pólvora. El Fargue y la Fábrica de Granada. Autor: Joaquín Alastrué Funes. Editado por la Diputación de Granada en su colección Temas locales